Qué prefieres Halloween o Todos los Santos

La fiesta de Halloween proviene de una antigua tradición celta que daba la bienvenida al año nuevo celta

La palabra Halloween (contracción de All Hallows’ Eve) significa víspera de Todos los Santos, es también conocida como Noche de Brujas. Se celebra el 31 de octubre en países mayormente anglosajones como Canadá, Estados Unidos, Irlanda o Reino Unido, también está presente aunque mezclada con tradiciones propias en muchos países de Latinoamérica.

En España, la celebración de Halloween ha llegado con fuerza en los últimos años de la mano, todo hay que decirlo, de las series y películas americanas. Su carácter lúdico y pagano se contrapone a la tradicional y austera celebración religiosa del Día de Todos los Santos con su trasiego de flores a los cementerios. Sin embargo, ambas tradiciones partes del mismo ritual, un día para recordar a los muertos.

Pero los que piensen que la fiesta de Halloween es una invención americana están muy equivocados. Su origen es celta, está vinculada con la conmemoración del Samhain, que significa fin del verano que se celebraba al finalizar la temporada de cosechas en Irlanda para dar comienzo al “año nuevo celta”, coincidiendo con el solsticio de otoño. Esa noche era considerada mágica, se creía que los espíritus de los difuntos caminaban entre los vivos y se llevaban a cabo diversos ritos para comunicarse con ellos. Los ancestros familiares eran invitados e incluso se ponía un plato más en la mesa.

Para que los muertos no se perdieran y encontraran su camino, se solía dejar una vela encendida en las ventanas, que se protegía de la lluvia y el viento, colocándola en una calabaza previamente vaciada. De ahí, las terroríficas calabazas de Halloween. También era habitual usar trajes y máscaras para ahuyentar a los espíritus malignos.

Otra práctica común era la adivinación, que a menudo implicaba el consumo de alimentos y bebidas; en algunas aldeas de Asturias se celebraban banquetes en las tumbas de antepasados.

Cuando los romanos ocuparon los dominios celtas, asimilaron a su manera la tradición, celebrando los últimos días de octubre, primeros de noviembre la «fiesta de la cosecha», en honor a Pomona (diosa de los árboles frutales).

Ya durante la Edad Media, la Iglesia Católica, en su afán de acabar con las arraigadas fiestas paganas, trató de convertirla en una celebración de carácter religioso. Los  papas Gregorio III (731–741) y Gregorio IV (827–844) introdujeron el 2 de noviembre la festividad católica de Todos los Santos.

A mediados del XIX los emigrantes irlandeses que llegaron a América se llevaron consigo esta tradición que cogió gran arraigo en EE.UU. y Canadá. Ya en los 80, las películas y las series de televisión consiguieron que la fiesta se internacionalizara.[divider style=”normal” top=”10″ bottom=”10″][ads1][divider style=”normal” top=”10″ bottom=”10″]

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