Durante el invierno la flora no está completamente paralizada y hay muchas plantas que adquieren su máximo esplendor precisamente en esta época.
A finales de
otoño irán apareciendo poco a poco el romero, lirio de invierno, durillo, vinagreta, hierba ballestera y ya casi al final de la estación el aladierno.
Entre enero y febrero los iris llenarán con sus tonalidades moradas las zonas de monte bajo.
Y hacia finales de febrero los protagonistas serán los almendros con sus bellas flores rosadas que anuncian la próxima llegada de la primavera.